jueves, 30 de agosto de 2007

Tipos De Instrumentos Del Renacimiento


En esta foto se puede ver el fondo que fuera construido simulando duelas rectas por simple capricho de diseño. Las lineas son tiras finas de ébano incrustadas en la madera del casco. La tapa puede verse aquí dada vuelta y se aprecian las barras de la misma. La típica barra curva de los laúdes y las pequeñas barras de agudos. Las otras, de refuerzo, fueron realizadas siguiendo los criterios de construcción de los laudes árabes y los renacentistas.
El dibujo de la roseta encolado en la parte posterior sirve como guía para el trabajo de calado y tallado. El calado, al corresponder a un instrumento anterior a la invención de la sierra de marquetería, fue realizado con herramientas de corte.
El acabado se realizó con barniz en base a goma laca, como se utilizaba en la época y se utiliza aún hoy en instrumentos de buena calidad.

Polifonía: Música que combina simultáneamente diversas voces, en la que cada una de ellas conserva su independencia, a la vez que está sujeta armónicamente a las restantes.

Desde los tiempos del primer cristianismo asentado en Europa, el principal papel de la música era servir únicamente como soporte de las palabras tanto en el ámbito religioso -recordemos la cristalización del canto gregoriano- como en el profano, en el que obras como El Cantar del Mio Cid, las cantigas de amor o de amigo, canciones de trovadores, troveros y segreles, reflejaban una literatura para ser escuchada. El primer desarrollo de la polifonía seguía manteniendo la primacía indiscutible del texto.


Capilla: La palabra capilla deriva del latín medieval "cappa", y con él se denominaba al espacio del templo donde ensayaban los músicos y, por extensión, al conjunto de músicos encargados de cantar o tocar, con todo el acompañamiento de libros corales, instrumentos, vestimenta, distintivos, al servicio de una iglesia o corte.

Las capillas catedralicias estaban regidas por un maestro de capilla, principal responsable de la misma, entre cuyas obligaciones debía cuidar e instruir a los niños cantores, componer la música necesaria para el culto divino, dirigir el coro o presidir las oposiciones de otras plazas de músicos. Para ayudar al maestro había otras plazas como el "maestro de mozos de coro", que instruía a los niños en el canto gregoriano, y el "maestro de canto de órgano", que enseñaba la música polifónica. La capilla también contaba con un grupo de voces adultas, los llamados "veinteneros", dado su agrupamiento, que eran en su mayoría clérigos. Para la entonación de la música gregoriana estaba el "sochantre".

Paralelamente a las capillas catedralicias, existen las capillas reales, que se disputaban los maestros y cantores de mayor renombre, aunque hubiera que buscarlos y traerlos de tierras extranjeras o enviarlos allí a prepararse. Destacaron las de los Reyes Católicos, Carlos I y la de Felipe II.

Por otro lado, emulando a las capillas reales, algunos nobles se permitieron el lujo de poseer su propia capilla musical, muy semejante a las catedralicias pero que, además, contaban con ministriles de instrumentos de cuerda, como el arpa, vihuelas (primitiva guitarra), violas, clavicordio o laúdes


sacabuche: Similar en apariencia al trombón de varas moderno, el sacabuche fue el único instrumento de metal que tenían a su disposición los compositores del Renacimiento. En Italia se denominaba trombone, saqueboute en Francia, sackbut en Inglaterra. No se sabe con certeza cuándo fue creado, pero hacia 1500 aparece mencionado con regularidad, e incluso en ilustraciones. Praetorius ofrece detallada información del instrumento, indicando que se construía en cuatro tamaños: alto, tenor, bajo y contrabajo. El sacabuche tenor era el que se empleaba más frecuentemente y el que ha evolucionado al trombón tenor actual prácticamente sin variaciones. Para la interpretación de música en la calle, los conjuntos de sacabuches eran acompañados por chirimías, mientras que en las iglesias las partes más agudas eran ejecutadas por cornetas.

El sacabuche se diferencia del actual trombón en el menor tamaño de la embocadura, la campana, que es menos amplia, en la falta de una llave de agua, de una vara de afinación y en la curva de la campana. Tenía trozos de piel para amortiguar las varas cuando eran traídas a primera posición; en los sacabuches bajo, debido a que el brazo humano no podía alcanzar las posiciones más lejanas, tenían una manivela articulada en la vara para extender el alcance. Estas características permiten al sacabuche obtener un sonido mucho más dulce y aterciopelado que el trombón moderno, y lo hace esencial para la interpretación de música sacra renacentista. En cuanto a su nombre, es curioso el origen que da Covarrubias en su "Tesoro de la Lengua Castellana" (1611):

"Es un instrumento musical que se larga y recoge en sí mesmo, táñese con los demás instrumentos de chirimías, cornetas y flautas. Díjose así porque, cualquiera que no estuviese advertido, le parecería cuando se alarga sacarle el buche".

Corneta: La corneta renacentista, más conocida como cornetto, es un instrumento de madera que surgió y se desarrolló durante el Renacimiento, teniendo su máximo esplendor en la Italia de finales del Siglo XVI y principios del Siglo XVII, solicitado para todo tipo de música: baja (interior), alta (exterior); música de danza; música de iglesia y de cámara; bandas municipales y cortesanas. Bach utilizó la corneta en once de sus cantatas sacras, casi siempre para apoyar las voces una coral.

Su aspecto no tiene nada que ver con la actual corneta (de uso militar y cofradiero); se parece más a la flauta pero curva, en vez de recta; precisamente su nombre viene del parecido con el cuerno del toro, aunque las hay rectas (ya en los escritos ingleses del siglo X se menciona la corneta como diminutivo de cuerno). Solían hacerse en madera o marfil, cubiertos de cuero, para protegerlo de las inclemencias del tiempo y con embocadura adicional. Michael Praetorius en su importante obra Sintagma Musicum, II, (de Organographia, Wolfenbüttel, 1619), considerada un auténtico manual de referencia ya que contiene datos precisos y reproducciones de los instrumentos antiguos y contemporáneos, habla de tres tamaños: corneto tenor, corneto y cornetino.

Su sonido es similar al de la trompeta, pero dulcificado, con lo que puede adaptarse a los instrumentos de metal o de madera. Es un instrumento que posee una cualidad vocal excelente, por lo que es ideal para doblar la voz humana, especialmente en el registro de tiple. En la época se utilizó de manera deslumbrante, y ha sido quizá uno de los instrumentos más difíciles de tañer en la historia de los instrumentos de viento. Mersenne en su Harmonnie Universelle publicada en París en 1636, escribe que el sonido de las cornetas es semejante al brillo de un rayo de sol que aparece a través de las sombras, cuando se oye mezclado con las voces en las iglesias catedrales o en las capillas.

Chirimía: Las chirimías corresponden a los instrumentos de caña doble antecesores del oboe y corno inglés. Son instrumentos de madera que funcionan con doble lengüeta para producir el sonido. La caña vibra y el sonido se propaga a través del instrumento. En sí, son instrumentos bastante simples y solamente poseen una llave para el último agujero de la maño izquierda en los instrumentos altos, tenores y bajos. Sin embargo, esta simplicidad hace que la forma de tañerlos y su afinación sea extremadamente difícil, y por estas dificultados son relativamente poco utilizados, sobre todo mezclados con voces.

Motete: Composición vocal polifónica de caracter religioso.

Magnificat: Composición vocal dedicada a la Virgen María